Tepic, Nayarit, 25 de Mayo del 2022
Marco
Antonio Campos, cronista, ensayista, narrador, poeta y traductor, impartió la
Cátedra Nacional Amado Nervo: “Un discípulo de Amado Nervo: Ramón López
Velarde”, para conmemorar una vez más su Aniversario Luctuoso; esto, en el
marco del Festival Universitario Gran Nayar, que organiza la Universidad
Autónoma de Nayarit (UAN), a través de la Secretaría de Extensión y
Vinculación.
Lourdes
Pacheco Ladrón de Guevara, docente investigadora de la UAN, así como impulsora
permanente de la cultura en Nayarit puntualizó, que la institución se ha
convertido en heredera de este legado del Bardo Nayarita, “la cátedra tiene por
objeto justamente invitar a literatos cada año, para que nos hablen de letras
al amparo de este gran escritor, y con ello avanzar hacia la fundación de la
escuela de letras de la UAN, y narrar nuestras historias, permitir que aflore
todo lo que tenemos que expresar más allá de la sociología, filosofía y ciencia
política, la Universidad debe a la entidad estas narrativas literarias”,
enfatizó.
Marco
Antonio Campos, inició su participación exponiendo, que el tema a tratar era
sobre un discípulo indirecto de Nervo, “no es que convivieran, solo lo vio una
vez, en octubre de 1918, Ramón López Velarde”, subrayó. En este sentido, el
Escritor habló sobre su pueblo natal, ciudades de provincia de la patria y del
México antiguo.
“López
Velarde admiró bastante a Nervo, escribió un texto prodigioso, de esos que
escribía tanto en prosa como en poesía, y tituló el artículo la magia de Amado
Nervo, dice el artículo, que esa mañana se enteró por un amigo que le dijo
escuetamente, murió Amado Nervo, él pensó que vivir o morir es secundario, y
que lo que importa es la presencia de la perpetuidad de su obra”, compartió
Marco Antonio Campos.
De
la misma forma dijo, que también lo llamó el poema máximo nuestro, el as de
ases, el mago, entre otros; además de que contaba que se sabía los poemas de
Nervo de memoria, especialmente los de la primera época, “Lo que sucede con los
poetas, como con todos los artistas, ante todo lo más importante es la
emoción, luego la imaginación e
inteligencia, que también interviene como para controlar el poema”,
añadió.
Conjuntamente
resaltó, que sin embargo a López Velarde no le gustaba el último Nervo, se
confesaba reacio a sus prosas y versos catequistas, moralizadores. “Hay un
verso de Nervo, que no es muy bueno, pero que sirvió para que Ramón López
escribiera uno de los versos más inolvidables de la poesía mexicana, que dice
así: yo tuve, en tierra adentro, una novia muy pobre: ojos inusitados
de sulfato de cobre”, acentuó.
Marco Antonio Campos finalizó su participación
definiendo, que el escritor Juan José Arreola decía, que la obra de López
Velarde resumía la obra de un hombre y de un pueblo, pero que sin embargo, él
consideraba que en vez de nuevas ramas al árbol familiar, López Velarde dejó un
país de árboles.
Posteriormente,
Julio César Rivera García, Secretario de Extensión y Vinculación, así como
Laura Isabel Cayeros López, Secretaria de Investigación y Posgrado, entregaron
al Escritor un reconocimiento e igualmente una pieza de arte característica de
la región.