Tepic, Nayarit, 20 de Mayo del 2020
“El principal reto es entender que a partir de esta pandemia por coronavirus se vienen nuevas formas de vivencia y convivencia social, académica, laboral, entre otras, que es una realidad y tenemos que adaptarnos lo mas rápido posible a los nuevos cambios de vida”, opinó Ricardo César Rivera Cortez, docente del Programa Académico de la Licenciatura en Nutrición, de la Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) y médico del Servicio de Urgencias en la Unidad de Medicina Familiar No.13, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Debido a la contingencia por el nuevo coronavirus (COVID-19), estudiantes, profesores, padres de familia, personal de salud, así como sociedad en general se encuentran tratando de adaptarse a esta nueva rutina; pero para un docente universitario, cómo ha sido enfrentar este nuevo reto educativo por motivo de la pandemia, Ricardo César Rivera comparte su experiencia “con mis alumnos ya habíamos tomado algunos cursos en línea y ellos ya sabían la forma en la que íbamos a trabajar”.
El Docente continuó explicando, “el primer reto fue que tuvieran un hábito diario a la lectura y trabajo, el segundo, fue cuando se suspenden las clases presenciales de manera ordinaria y les genera estrés por el hecho de saber que ante cualquier duda no podrían consultarlo en la escuela, pero la situación nos obligó a programar clases en vivo de manera permanente, además de lo ya programado en línea, con el objetivo de tener un acercamiento mayor y evitar la deserción escolar, esto como profesor genera más carga de trabajo virtual”.
De la misma forma, Rivera Cortez platicó la manera en la que han respondido sus estudiantes a estos nuevos retos educativos, “es un tanto diferente, sobre todo en el aspecto de la disponibilidad de todos los estudiantes para poder tener acceso a internet o incluso a sistemas de cómputo, en el sentido de que sabemos que muchos vienen de diferentes municipios y están viviendo allá actualmente; si bien es cierto que la gran mayoría cumple en tiempo con los trabajos asignados de manera semanal o como cada docente los programe, no todos lo hacen en la forma que se esperaría en un mundo ideal, lo más difícil es cuando el estudiante se comunica por diferentes medios y te informa que no pudo conectarse a internet a la clase virtual y los problemas tecnológicos o virtuales que tienen en las comunidades, pero en lo personal te comento que se han portado a la altura de un universitario”.
Por otra parte, el docente Ricardo César Rivera también ha tenido que enfrentar el reto de ser médico ante la crisis de COVID-19, explicó, que cuando se presentan casos nuevos de alguna pandemia son situaciones diferentes, especialmente en esta ocasión, por la trascendencia en que se suscitó, “nadie puede estar preparado al 100 por ciento, sobre todo porque no se tiene antecedentes de casos, del abordaje, tratamiento, de la virulencia y fatalidad”, agregó.
Comentó, que los primeros retos que se viven es el poder convencer a la población de la existencia y veracidad de la enfermedad, así como a la familia, vecinos, compañeros de trabajo y a la derechohabiencia; después, el contar con los insumos necesarios para poder hacer frente a algo desconocido, la capacitación en diferentes escenarios, el familiar, comunitario, escolar, laboral, entre otros, “pero sobre todo el principal reto es entender que a partir de ésta experiencia se vienen nuevas formas de vivencia y convivencia social, es una realidad y tenemos que adaptarnos lo más rápido posible a los nuevos cambios de vida”, añadió el Doctor.
Asimismo, Rivera Cortez señaló, que para enfrentar esta pandemia afortunadamente desde un principio la institución de salud para la que también labora, le han proporcionado capacitación amplia y oportuna en planes y protocolos de atención de COVID-19, así como modificaciones y adaptaciones a los mismos, “actualmente cuento con todo lo necesario para hacerle frente a la enfermedad y según me comenta mi directivo hay abasto suficiente, aunque debo de decir que al inicio de la enfermedad en México sí teníamos carencia de insumos y no se contaba con el equipo de protección adecuado, tanto que recurrimos al apoyo de la sociedad y grupos organizados, así como adquisición de manera personal”, adicionó.
Respecto a los ataques que han sufrido los profesionales sanitarios, Ricardo César Rivera comentó, que se ha enterado por redes sociales y medios electrónicos de tales hechos; los calificó como reprobables y acentuó “no es posible tal grado de ignorancia en donde trates de lesionar a quien de alguna manera es quien puede darte apoyo en materia de salud, afortunadamente el gobierno actuó de manera oportuna y disminuyeron los casos, al menos en nuestra entidad”.
En otro orden de ideas, el Doctor igualmente compartió su opinión acerca del trabajo que ha estado realizando la UAN durante esta emergencia sanitaria, “la Universidad lo ha enfrentado con toda responsabilidad social, echando mano de gran parte del potencial que tiene, principalmente del recurso humano y desde luego innovación tecnológica, donde se ha vinculado de manera extraordinaria con el sector salud”.
En este sentido, Rivera Cortez agradeció a un grupo de ciudadanos de la sociedad civil que de manera organizada les proporcionaron materia prima para la elaboración de caretas con aportación de particulares, de un grupo llamado Aldea Virtual; pero especialmente agradece y reconoce a la UAN, que a través de la Secretaría de Extensión y Vinculación elaboraron las caretas de manera gratuita y además les dieron una aportación extra para apoyar a otros compañeros médicos e instituciones de salud tanto del IMSS como de los Servicios de Salud de Nayarit (SSN), “algunas se entregaron de manera personal a cada médico, otras a través de algunos directivos, para muchos las primeras caretas de protección que se tuvo a la mano, antes de que llegara la aportación del gobierno federal”, enfatizó.
Es importante destacar, que actualmente México está en la cumbre de la epidemia y no se pueden relajar las medidas hacia la nueva normalidad; es por ello, que el Doctor recomienda acatar lo que indica Gobierno Federal y la Secretaría de Salud, ya que es a través de estas instituciones donde se tiene el diagnóstico y la vigilancia epidemiológica, “lo que cada quien tiene que ir haciendo de manera personal, es el distanciamiento social, confinamiento a quienes de alguna manera perciben salario sin tener que salir, están obligados!, así como también los estudiantes, y a quien no tenga actividad esencial; hay actividades que se pueden hacer en casa sin necesidad de exponerse, acciones personales de lavado de manos, estornudo de etiqueta, entre otros, pero sobre todo que seamos responsables”, completó.
Para finalizar, el doctor y profesor de la UAN Ricardo César Rivera dijo, que, al concluir sus clases virtuales, siempre les dice a sus estudiantes que traten de adaptarse lo más rápido posible a esta nueva forma de trabajo académico y a las nuevas formas de vida que llegaron para quedarse, tratando de tener las herramientas necesarias para ello en la medida de lo posible.
“A la sociedad es difícil poder convencerlos cuando no tienen sustento y tienen que salir a buscar el pan de cada día, pero pedirles que hagan suyas esas formas de cuidado para prevenir enfermedades, no solo de COVID-19, sino muchas otras enfermedades infectocontagiosas, decirles en general que las enfermedades no respetan edades, grupos sociales, religiosos, académicos, políticos, y que en mucho la salud depende de las acciones que hagamos para poder conservarla, sigamos fuertes y vendrán mejores tiempos donde recordemos ésta contingencia como un hecho histórico”, concluyó Rivera Cortez.
Área de Prensa de la UAN.