Tepic, Nayarit, 05 de Septiembre del 2014

Dando continuidad a los trabajos del Congreso de Contaduría y Administración (CODECA), se presentó Leonel Sebastián Chavarría, secretario general de la Facultad de Contaduría y Administración  de la Universidad Nacional Autónoma de México (FCA UNAM), para abordar el tema “La responsabilidad social en las instituciones”.

Leonel Sebastián, inició su participación cuestionando el usual término “mundo globalizado”. Definió, que el mundo desde un panorama general, cuenta con una población de más de siete mil millones de personas, de los cuales, 120 millones son de México, por lo que enfatizó, no representa ni el dos por ciento de población. Agregó, que el 100 por ciento de la población mundial, tiene puesta la vista en el cinco por ciento de la población que representa la de Estados Unidos. 

Adicionó, que entre el porcentaje que vive en pobreza extrema y pobreza, definen un  parámetro mundial del 60 por ciento. “Yo me pregunto, ¿a ese 60 por ciento le podemos decir que vivimos globalizados?, me parece un fetiche”. Subrayó, que existen zonas que se están globalizando, pero que la mayor parte del planeta no vive globalizado.  Añadió, que con menos del cuatro por ciento de la riqueza acumulada, de las 225 personas más ricas del mundo, se podría solventar el acceso a necesidades básicas y a servicios elementales  de todos los pobres.

“Con el uno por ciento de la riqueza de estas personas se puede lograr que todos los niños del planeta tengan educación primaria; a todo lo anterior yo le llamo calentamiento social”. Del contexto social, el Ponente pasó al ambiental, abordando temáticas sobre el calentamiento global, el cual, dijo, modificará los ciclos y ecosistemas, en los que habrá extremos en inundaciones y sequias.

Expuso, que en escasos 40 años acrecentó  la temperatura, lo que anteriormente aumentaba en 200 años; además, de los grandes incendios forestales que han crecido. “Hasta aquí existe una convulsión muy fuerte que antes no la había; Todos los ecosistemas, entendidos como sistemas de vida, están en riesgo, mares contaminados, aire contaminado, suelo erosionado, ríos contaminados, bosques en extinción, y por primera vez, el ecosistema empresarial también está en riesgo”.

Manifestó, que de seguir así, todas las sociedades sólo tienen un 50 por ciento de posibilidades de supervivencia. “Hasta aquí el problema amenaza a la especie humana, es tan grave, que la solución tiene que ser integral”. Destacó, que la responsabilidad más importante es dejar el mundo un poco mejor de lo que lo encontramos; por lo que mencionó, que sería sumamente satisfactorio que los estudiantes y sus universidades se atrevan a formar empresarios con visión de estado y no sólo de mercado.

Precisó, que este tipo de empresario corresponde a una persona que no confunde el desarrollo humano con el económico, que son inspiradores de una nueva forma de impulso económico, con pleno respeto al ambiente, que pugnan por una nueva economía de bien común, responsable social y solidaria. Reiteró, que ante todo, son solucionadores de problemas viejos con ideas nuevas, innovadores sociales que se apartan de los viejos patrones de comportamiento y son agentes de cambio social. “Ya existen muchos empresarios que se han preparado para ser, empresarios sociales”.

Invitó a los estudiantes a informarse y consultar los ejemplos que pertenecen a la red de emprendedores sociales, que cada vez son más en el mundo y que  ponen el talento empresarial al servicio de causas sociales medioambientales. “Las universidades tenemos un gran compromiso, el de asumir otra vez la responsabilidad histórica, en la cual, desde las aulas se construyan las naciones; Una de mis frases favoritas es, Dime que universidades tienes y te diré que país eres”.

Exhortó a los estudiantes a vivir la  etapa de licenciatura para modelar sus propias utopías y que demuestren que son capaces de alcanzarlas. Incitó a la élite intelectual que se agrupa en las universidades a no cegarse ante el riesgo  que amenaza a la humanidad, al que conceptuó  como alto, al grado de que no se puede aceptar un sólo modelo de desarrollo económico, con un único plan de acción. “La empresa social es una vía más, una vía nueva que nos lleva a una economía de bien común, más social, más solidaria, más humana y ecológicamente sostenible”, concluyó.

Área de Prensa de la UAN