Tepic, Nayarit, 22 de Octubre del 2014
Para dar apertura al IV Congreso Nacional de Psicología “Violencia: una mirada desde la psicología”, se presentó la conferencia “Violencia laboral, concepción, comprensión y estrategias de control”, impartida por Efraín López Molina, coordinador de Psicología en la Universidad del Valle de Atemajac, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
Efraín López, indicó, que la violencia se puede manifestar a través de palabras, actitudes y comportamientos, de la misma manera, dijo que en el lugar de trabajo también se puede presentar como amenaza de forma física o psicológica, ocurriendo dentro o fuera de éste.
Enfatizó, que la violencia laboral se divide en dos tipos, la primera que emplea la fuerza física, para producir daños corporales, sexuales o psicológicos; Agregó, que un segundo caso, es la violencia sexual, la cual, hace uso deliberado del poder, amenazas de recurso de la fuerza física, que comprende el abuso verbal, el atropello, el acoso y las amenazas; “éste también es llamado acoso laboral o Mobbing”, puntualizó.
Detalló, que a su vez, se clasifica en tres tipos, la violencia tipo I, es la externa, en la cual quienes la ejercen no mantienen ninguna relación laboral con el trabajador agredido, ni con la empresa; en la violencia tipo II o violencia de servicios, los agresores suelen ser clientes de los productos o servicios que se suministran, y se sienten emocionalmente agredidos por la relación comercial establecida.
Comentó, que la violencia tipo III, es conocida también como violencia relacional, misma que se desarrolla entre compañeros de trabajo como consecuencia de un conflicto de intereses, insuficientemente elaborado de forma verbal y pobremente comunicado, también se llega a producir en diferentes niveles jerárquicos.
Resaltó, que el Moobing, acoso psicológico en el trabajo o psicoterror, se trata de una serie de comportamientos deliberados por parte de un agresor, que estén destinados a desencadenar la ansiedad de la víctima, en este caso, al trabajador en la empresa, acabando con su dignidad. Resaltó, que como consecuencia se presenta un enorme suplicio psicológico, psicosomático y social.
Manifestó, que el perfil de la víctima se caracteriza por un elevado sentido de la ética, señaló que se muestra justo, comprensivo, inteligente, dedicado, proactivo, profesionales, dedicados, de ideas religiosas o políticas distintas al acosador. Agregó, que en ocasiones pueden ser personas solas o con poca red social.
Por otra parte, definió el perfil del acosador como una persona de pensamientos grandiosos de su propia importancia, a la cual, le absorben ideas de éxito y poder, tiene una necesidad de ser admirado, finge que entiende y comprende a los demás, con comportamientos arrogantes y gran rigidez psicológica.
Mencionó, que los factores psicosociales para que se produzca este acoso son la falta de adecuación de la información para hacer el trabajo, la inseguridad en las condiciones de trabajo y la exigencia de realización de tareas, que entran en conflicto con las normas y valores profesionales y personales.
Concluyó, explicando que en caso de situación de acoso, se deje de pensar que es culpa de la víctima, mantener un registro de cuándo y dónde ha ocurrido el suceso, buscar apoyo de representantes, amigos o familiares, hablar con personas del trabajo para saber si han ocurrido problemas similares, dialogar con el acosador en presencia de un testigo de confianza, y si lo considera, entablar una demanda legal.
Área de Prensa de la UAN