Tepic, Nayarit, 21 de Noviembre del 2013
En el marco del 3er Congreso Nacional sobre la Investigación y Conservación de Anfibios y Reptiles, correspondió a María Guadalupe Velarde Aguilar presentar la ponencia “Código de barras de la vida silvestre punto México”.
María Guadalupe explicó, que a nivel internacional uno de los negocios más lucrativos es el comercio internacional de especies, el cual representa una problemática desde distintos puntos de vista. Mencionó que uno de estos problemas consiste en la dificultad a la que se enfrentan inspectores para identificar ciertas especies durante el tráfico, debido a que éste puede ser en huesos, filetes y huevos, por mencionar algunos.
Abundó, que los traficantes mienten al decir lo que transportan y mencionan que es una especie no protegida, cuando en realidad sí lo es, y un inspector no puede detectarlo a simple vista. Subrayó que para ello, trabaja un proyecto que tiene como finalidad utilizar ADN (ácido desoxirribonucleico) para hacer esa detección de especies y utilizarla como evidencia para los procesos de decomisos o incluso judiciales en contra de traficantes de especies.
Velarde Aguilar comentó, que en este tipo de negocios los países de Latinoamérica son especialmente vulnerables debido a que tienen una gran riqueza de especies, por lo que hace que los países europeos o de Estados Unidos busquen en esta región. Dijo que las rutas de tráfico de especies son las mismas que se utilizan para el narcotráfico.
Declaró que varias especies se están extrayendo de sus regiones naturales, para su venta ilegal. “Hay especies que viven en sólo una pequeña parte de México y este tipo de extracción afecta su hábitat”.
Dijo que últimamente se está traficando con reptiles como serpientes, cocodrilos, lagartijas y tortugas; de igual forma que con pericos, guacamayas y variedad de especies de orquídeas. Como ejemplo, mencionó que además de especies animales, en México se trafican cactáceas y ornamentales.
Destacó que en México están trabajando las autoridades encargadas de combatir este tipo de crímenes, como lo son la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente), SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales), PGR (Procuraduría General de la República), en coordinación con otras dependencias.
Detalló que a pesar de que ya se está en marcha con el proyecto, aun no se utiliza el ADN, ya que se encuentra en fase previa. Reiteró que, “este proyecto se realiza con la finalidad de que los inspectores tomen muestras e identifiquen a una especie, analicen, comparen las secuencias y comprobar su tipo”.
Recalcó la importancia de que el proyecto se realice en México, destacando que es la primera vez que se sientan en una mesa el gobierno mexicano y los investigadores preocupados por combatir este tipo de crímenes.
La bióloga, estima que al terminar el proyecto, en dos años, por lo menos se obtenga un caso exitoso de detención de especies, esperando que a principios del próximo año se complete la base de datos para comenzar con la capacitación de los inspectores de PROFEPA y posteriormente mostrar el proceso en la parte legal.
Por último, María Guadalupe, invitó a las personas a que cuando adquieran un ejemplar, sea de legal procedencia, ya que el tráfico también se da a nivel nacional.
Coordinación de prensa de la UAN